El puente de Enrique Esteban

Enrique Esteban Santos era un político salmantino que ocupó diversos cargos públicos y que tenía una obsesión, que Salamanca tuviera una nueva vía sobre el río Tormes. Y es que nuestra ciudad por entonces contaba solamente con el puente romano. El consistorio salmantino ante la evidente insuficiencia para absorber el tráfico de dicho puente en una ciudad en crecimiento, junto con el peligro que acarreaba que las personas tuvieran que cruzar rodeadas de ganado al no haber zonas habilitadas para peatones, propone ampliarlo, algo a lo que el concejal Enrique Esteban se opone rotundamente por lo que hace una proposición al Ayuntamiento (imagen lateral). La proposición tuvo mala acogida entre los concejales ya que veían difícil la construcción de un nuevo puente e impedía el ensanche del antiguo mediante el sistema de andenes volados que había sido ya mandado estudiar.

En julio de 1898 se remite a Madrid el proyecto para su aprobación por la Junta Consultiva. En el proyecto, el futuro puente contaba con 219,80 metros de longitud y 10 metros de ancho con 6 arcos de 33 metros de cuerda cada uno. El 7 de agosto se varía el presupuesto para abaratarlo cambiando en el proyecto el adoquinado del centro por un pavimento ordinario, así como las losas de las aceras por materiales más económicos. El presupuesto del proyecto queda en 841.640,28 pesetas.

  En febrero de 1902 el Consejo de ministros aprueba el proyecto y en mayo le comunican a Enrique Esteban que se aprueba el expediente y se adjudica a la Sociedad metalúrgica Duro Felguera la construcción del puente por 841.000 pesetas. En esas mismas fechas el Ayuntamiento acuerda llamar al nuevo puente como su artífice, Enrique Esteban, y por ello traslada al Ministro de Fomento su propuesta, éste una vez consultado al Gobernador Civil y a la Diputación dicta una Real Orden por la que se encarga que se coloque una lápida con la inscripción “Puente de Enrique Esteban Santos”. (He intentado buscarla por los alrededores del puente y no la he encontrado)

Los ingenieros a los que se les encargó el proyecto fueron Saturnino Zufiaurre y Gumersindo Canals, éste último también participó en la construcción de la plaza de toros de La Glorieta. El ingeniero que dirigió la obra fue Luis Estrada.

El puente nuevo iba a ser algo único en España por su estructura con cierto parecido al puente de Triana de Sevilla o al de la Princesa en Madrid.

Para darle un mejor acceso al futuro puente se comienzan las obras para transformar la vía de Villacastín a Vigo en la  Gran Vía, que uniría la Alamedilla con San Pablo.

El 15 de septiembre de 1902, procede a poner la primera piedra que escondía en su interior diversos objetos, entre ellos un ejemplar del diario El Adelanto, sin embargo no fue hasta abril de 1905 cuando comienza la obra.

La Inauguración- Poco antes de las once de la mañana del 23 de octubre de 1913 se reunían en el Ayuntamiento de Salamanca las personalidades que irían en comitiva a participar en el acto de la inauguración del puente. Entre ellos se encontraba el mismo Enrique Esteban, por entonces delegado de Hacienda; el alcalde Elías García Barrado junto a varios concejales; como representación de la Iglesia, el canónigo Miguel García Alcalde; el Gobernador Civil de Salamanca Alberto Belmonte, el presidente de la Diputación provincial Tomás Marcos Brozas acompañado de varios diputados y muchas más que no quisieron perderse tan histórico acto.

 

El acto inaugural comenzó con una bendición del chantre de la Catedral Miguel García Alcalde, a continuación Luisa Rodriguez,  viuda de Sandalio Esteban se adelantó a la entrada del puente y con una tijera de plata cortó una cinta rojigualda puesta para la ocasión dando por inaugurado el puente de Enrique Esteban o Estevan dependiendo el diario que informara.